divendres, 17 d’octubre del 2008

(J)Oda a la locura: lo bueno, lo malo, lo normal, lo extraño

Comía una galleta OREO y, al morderla, una migaja se ha desprendido más allá de mi boca. Mi mente ha procesado: “recogerla o no recogerla, he ahí la cuestión”. La he recogido, apesumbrado por la pesadez que me produce la sensación de hacer algo incorrecto. Ha sido entonces cuando me he dirigido a la basura más cercana y ... sorpresa, se trataba de depósitos de reciclaje, y me vuelve a abordar la duda: “depositar la migaja en el de papel o en el de los plásticos: he ahí la cuestión”. No me he dejado llevar por las circunstancias y me he desplazado hacia la de orgànica, que estaba unos metros más allá. Una vez en el más allá, la deposito en su lugar y la duda me ha asaltado: “¿Lo que he hecho es normal? ¿y bueno, es bueno?.

Cuanta pregunta inútil. Cuanto menos, he realizado dos procesos extraños que, posiblemente no entren en la normalidad. Tratándose de la oficina (y no de mi casa), posiblemente haya operado en mi un sentimiento altruista desbordado, desbocado. El orden se ha apoderado de mi (Mi sostenido=Fa, de fantasma, fantoche, faristeo) y he obrado de acuerdo con mi pensamiento, esto es, antes de realizar las acciones he pensado y he parido pensamientos. Seguramente he obrado bien, aunque haya sido extraño, al menos para mi; nunca antes me había planteado estas cosas de “tiquis miquis”. Es extraño, bueno, pero extraño. Se trata de una demostración científica de que no todo lo normal es bueno y a las inversas.

La conclusión es que estoy un poco loco, que soy extraño o que he operado de forma extraña, buena pero extraña. El único problema es que este acto tiene consecuencias de largo alcance: si me pongo a pensar en todas aquellas cosas raras que me parecen “buenas”, seguramente tendría que preparame para cualquier cosa. Esto de estar loco y ser bueno a la vez me supera, o tal vez he sido superado por mi locura, o que la he superado, ahora ya sé que puedo ser bueno, aunque extraño, normal aunque malo... o que ambos ejes no son precisamente los buenos, aunque lo más normal sea operar sólo con estos dos. ¿Os habéis hecho un lío? ¡Yo no, estoy loco, y eso es bueno!